Los recursos del planeta se están agotando y urge un modelo respetuoso y saludable que asegure el futuro de las nuevas generaciones. Llevar un estilo de vida sostenible es más que el logro de un consumo responsable, se trata de vivir en base a un compromiso con el medio ambiente y se puede alcanzar introduciendo pequeñas acciones en nuestro día a día.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo somos aproximadamente 7.700 millones de personas, y subiendo. Cada uno de nosotros se alimenta, se mueve y consume bienes y servicios, y muchos lo hacen de forma poco responsable con el medio ambiente. La pregunta es: ¿sirve de algo la acción sostenible de unos pocos?. Para la mayoría de las organizaciones internacionales que tratan de preservar el planeta la respuesta es sí: “Cada gesto cuenta”, promueven desde Greenpeace.
De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos afirma que las normas consensuadas por un grupo poblacional garantizan la eficiencia de una estrategia de vida sostenible.
¿La clave? La reputación de cada uno sirve de refuerzo positivo en los demás, es decir, que un vecino recicle correctamente es una inspiración para el resto. Para los investigadores, fomentar esas pequeñas acciones es tan fácil como seguir algunos consejos y hacer pedagogía ambiental.